La Araucanía no pagaría impuestos por combustibles entre otros. Senador Huenchumilla pide que sea Territorio Especial
El régimen de excepción para los territorios especiales de Isla de Pascua y archipiélago de Juan Fernández podría extenderse al sur del país, de ser aprobado un proyecto de ley que busca considerar a las provincias de Arauco (Región del Biobío), Malleco y Cautín (ambas de La Araucanía), que suman 39 comunas, bajo esta condición.
La idea, propuesta por el senador Francisco Huenchumilla (DC), busca “reformar la Constitución y establecer un territorio especial, que tenga el mismo estatus que los sectores insulares, para que se establezca un estatuto especial que dé cuenta de sus problemas, de la multiculturalidad de esos sectores y que se establezcan beneficios especiales, atendida la realidad de esas tres provincias”.
Rapa Nui, por ejemplo, está exento de algunos impuestos, como el combustible, y en términos turísticos, se limitó la “carga” de visitantes foráneos. Y en el proyecto de ley, Huenchumilla, quien fue intendente de La Araucanía, plantea que en esa zona se deben establecer “beneficios directos o indirectos y franquicias de diversos tipos, considerando la presencia de pueblos originarios y culturas en estos territorios”.
Esto implica estímulos tributarios, desarrollo de capital humano, inversión pública y fomento de identidades culturales, entre otros.
La senadora Carmen Gloria Aravena (Evopoli) advirtió que esta iniciativa debería ser patrocinada por el Ejecutivo, ya que ya existe el Plan Araucanía, que apunta al desarrollo de esta zona. “ Sería muy taxativa en decir que no estoy de acuerdo, pero lo veo difícil, porque es un debate sobre el nivel de independencia de todos los sectores con pueblos originarios”, dice.
Más allá de la cercanía geográfica de las tres provincias, la presencia mapuche y su administración política y económica podrían requerir de un difícil consenso.
“Si esto llegase a concretarse, habrá que tener cuidado de no generar una suerte de guetización o ensimismamiento de los mapuches, como la lógica de las reservas indígenas en Estados Unidos. Una sociedad democrática se fortalece al relacionarnos con los distintos”, advirtió el académico de la U. de Valparaíso Pablo Aravena.
Mientras que el profesor de Derecho Constitucional de la U. de Temuco, Alejandro Fernández, cree que el proyecto podría chocar con otras normativas.
“Hay que tener cuidado, porque el proyecto está planteando que ese territorio tendría una forma de gobierno y administración diferente del resto del territorio, lo que podría entrar en conflicto con otras normas. De partida, considera una porción de territorio que incluye a una región y media (La Araucanía y la mitad del Biobío)”, dijo.
La idea, propuesta por el senador Francisco Huenchumilla (DC), busca “reformar la Constitución y establecer un territorio especial, que tenga el mismo estatus que los sectores insulares, para que se establezca un estatuto especial que dé cuenta de sus problemas, de la multiculturalidad de esos sectores y que se establezcan beneficios especiales, atendida la realidad de esas tres provincias”.
Rapa Nui, por ejemplo, está exento de algunos impuestos, como el combustible, y en términos turísticos, se limitó la “carga” de visitantes foráneos. Y en el proyecto de ley, Huenchumilla, quien fue intendente de La Araucanía, plantea que en esa zona se deben establecer “beneficios directos o indirectos y franquicias de diversos tipos, considerando la presencia de pueblos originarios y culturas en estos territorios”.
Esto implica estímulos tributarios, desarrollo de capital humano, inversión pública y fomento de identidades culturales, entre otros.
La senadora Carmen Gloria Aravena (Evopoli) advirtió que esta iniciativa debería ser patrocinada por el Ejecutivo, ya que ya existe el Plan Araucanía, que apunta al desarrollo de esta zona. “ Sería muy taxativa en decir que no estoy de acuerdo, pero lo veo difícil, porque es un debate sobre el nivel de independencia de todos los sectores con pueblos originarios”, dice.
Más allá de la cercanía geográfica de las tres provincias, la presencia mapuche y su administración política y económica podrían requerir de un difícil consenso.
“Si esto llegase a concretarse, habrá que tener cuidado de no generar una suerte de guetización o ensimismamiento de los mapuches, como la lógica de las reservas indígenas en Estados Unidos. Una sociedad democrática se fortalece al relacionarnos con los distintos”, advirtió el académico de la U. de Valparaíso Pablo Aravena.
Mientras que el profesor de Derecho Constitucional de la U. de Temuco, Alejandro Fernández, cree que el proyecto podría chocar con otras normativas.
“Hay que tener cuidado, porque el proyecto está planteando que ese territorio tendría una forma de gobierno y administración diferente del resto del territorio, lo que podría entrar en conflicto con otras normas. De partida, considera una porción de territorio que incluye a una región y media (La Araucanía y la mitad del Biobío)”, dijo.
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