RESCATAN A JOVEN SUICIDA DESDE EL PUENTE MALLECO DE COLLIPULLI
Eran cerca de las 20 horas de este sábado 01 de Junio cuando la central de alarmas del Cuerpo de Bomberos de Collipulli despachaba a la Segunda Compañia al Viaducto Ferroviario del Malleco en donde se informaba de un presunto suicida.
Al llegar los voluntarios al lugar y avanzar unos 200 metros por los durmientes se encontraron con un policía quien se encontraba esposado junto al suicida.
En el lugar, junto a ellos había un joven, primo de la víctima quien relató que
iban cruzando el mencionado viaducto de regreso a sus domicilios ubicados en el sector Limpeo, trayecto que realizan permanentemente cuando se trasladan a la ciudad. "De repente, dijo, mi primo resbaló en los durmientes y cayó entre ellos torciéndose una pierna, yo fui en su auxilio ayudándolo a incorporarse, pero el dolor y su estado de ebriedad lo llevaron a tomar la decisión de lanzarce al vacío. Dijo que mejor se mataba y se fue contra las barandas del puente, ahí me apresuré a sujetarlo contra los fierros y mientras focejeaba con él llamé al 133 solicitando ayuda".
El primer policía en llegar al lugar fue el Carabinero Marcelo Salinas quien intentó persuadir al suicida y viendo que el joven no deponía su actitud procedió a sacar sus esposas y unirse a éste por las muñecas y así lo mantuvo sujeto a solo un par de centímetros del vacío, mientras llegaban más policías y Bomberos al lugar.
Posteriormente el joven fue bajado y tendido sobre los rieles, fue evaluado y retirado en camilla del puente. En el extremo norte esperaba un equipo del SAMU quienes trasladaron al joven al centro asistencial local.
Cabe mencionar y destacar el acto "heroico" del carabinero Salinas que no dudó en asirse al suicida arriesgando incluso su vida, ya que en el sector donde se encontraban está a unos 90 metros de altura y las condiciones climáticas mantenían los fierros y durmientes resbalosos y el viento reinante era de consideración.
No se informó de la identidad de los jóvenes, ni tampoco sobre las lesiones sufridas.
Texto y fotos P. Pereira.
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